El verdadero campo de batalla de las contrataciones públicas
Cuando hablamos de contrataciones del Estado, solemos pensar en el proceso de selección: bases, postores, adjudicación. Sin embargo, la realidad es que el verdadero reto comienza una vez firmado el contrato. La ejecución contractual es la etapa donde las promesas se convierten en realidades, o en conflictos que terminan en arbitrajes y sanciones.
La ejecución contractual comprende todas las acciones que garantizan que los contratos públicos se cumplan conforme a lo pactado: desde el inicio de la prestación hasta la liquidación final. Aquí entran en juego temas críticos como:
- Plazos de entrega y cronogramas de obra: un retraso puede afectar el servicio público y generar penalidades.
- Calidad de bienes y servicios: no basta con entregar, sino con cumplir estándares técnicos.
- Modificaciones contractuales: cambios justificados en plazos, montos o condiciones, siempre dentro de la normativa.
- Supervisión y control: rol clave de la entidad y de los comités de recepción.
- Resolución de controversias: conciliación, arbitraje o procesos contenciosos.
En el marco de la nueva Ley N.° 32069 de Contrataciones Públicas (vigente en 2025), la ejecución contractual cobra aún más relevancia. Esta norma introduce principios reforzados de integridad, eficiencia y valor por dinero, que obligan a las entidades y proveedores a un estricto cumplimiento.
Ejecución Contractual: El verdadero campo de batalla en las contrataciones públicas
Cuando se habla de contrataciones del Estado, la mayoría piensa en licitaciones, postores y adjudicaciones. Sin embargo, el verdadero desafío comienza después: la ejecución contractual. Es en este tramo donde los papeles firmados se transforman (o fracasan) en bienes, servicios u obras que impactan directamente en la vida de los ciudadanos.
Más allá del contrato: ¿gestión o simple trámite?
Firmar un contrato no es el final, es apenas el inicio de un proceso que exige control, seguimiento y capacidad de reacción. La ejecución contractual implica verificar que el proveedor entregue lo pactado, dentro de los plazos establecidos y con la calidad prometida. Y aquí surge la pregunta incómoda: ¿Cuántas veces hemos visto obras paralizadas, servicios a medias o bienes defectuosos que se convierten en titulares de la prensa?
La respuesta suele ser la misma: una deficiente gestión en la ejecución contractual.
Tres claves que marcan la diferencia
- Prevención antes que sanción: El contrato no debe gestionarse desde la amenaza de penalidades, sino desde un seguimiento preventivo que detecte alertas tempranas.
- Articulación con áreas usuarias: No basta que logística o administración vigilen el proceso. Las áreas usuarias son los “ojos” que deben validar la calidad del servicio u obra.
- Uso estratégico de herramientas digitales: Con el SEACE y el próximo PLADICOP, la trazabilidad de la ejecución contractual deja de ser opcional para convertirse en una obligación digital y transparente.
Innovación en ejecución contractual: la visión que necesitamos
La innovación en este campo no pasa únicamente por normas más estrictas, sino por un cambio cultural: dejar de ver la ejecución como un trámite rutinario y empezar a asumirla como un acto de gestión estratégica.
- Cada contrato ejecutado correctamente es confianza ciudadana recuperada.
- Cada incumplimiento detectado y corregido a tiempo es dinero público salvado.
- Cada obra terminada en plazo y con calidad es un paso real hacia el desarrollo.
👉 Y si después de leer todo esto te preguntas cómo aplicar estas buenas prácticas, dominar los controles de ejecución y evitar errores que cuestan millones al Estado, en CEPEG hemos diseñado el Curso Especializado en Ejecución Contractual.
📅 Inicio: 17 de septiembre
🎓 Certificación universitaria por la Universidad Nacional de Piura
💻 Modalidad virtual, con acceso a clases en vivo y material actualizado
💰 Inversión: S/. 199
Un programa pensado para que no solo entiendas la norma, sino que aprendas a aplicarla en la realidad de tu entidad.

Leave a comment