El Ministerio de Salud del Perú (Minsa) activó una alerta amarilla en establecimientos de salud en el contexto de las fiestas de fin de año, con el objetivo de reforzar la vigilancia epidemiológica y la capacidad de respuesta sanitaria ante el aumento de la movilidad humana y la posible introducción y propagación de enfermedades respiratorias como la influenza A H3N2 y el sarampión. Este artículo académico examina las bases normativas y de salud pública de esta declaratoria, su relación con el derecho a la salud y las implicancias para la protección de la población durante un período de alta afluencia ciudadana.
Introducción
El derecho a la salud garantizado en el ordenamiento jurídico peruano y en instrumentos internacionales de derechos humanos implica el acceso oportuno a servicios de salud, medidas preventivas eficaces y la protección frente a riesgos sanitarios. En este marco, las autoridades sanitarias tienen la responsabilidad de anticipar y mitigar amenazas a la salud pública, especialmente durante periodos en los que se incrementa la movilidad de personas y la demanda de servicios de salud, como ocurre en las festividades de fin de año. La declaración de alerta amarilla por parte del Minsa responde a esta necesidad de preparación y prevención.
Marco conceptual: alerta sanitaria y derecho a la salud
La alerta sanitaria es una herramienta administrativa que permite activar medidas de preparación y respuesta dentro del sistema de salud cuando existen indicios de riesgo epidemiológico que podrían comprometer la salud de la población. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) promueven sistemas de vigilancia y respuesta temprana para enfermedades transmisibles, particularmente en contextos de alta movilidad humana. La alerta amarilla, en particular, indica que existe un riesgo potencial que requiere coordinación intersectorial, vigilancia reforzada y movilización de recursos, aunque aún no se ha alcanzado una situación crítica.
Contexto epidemiológico y declaratoria de alerta amarilla
En diciembre de 2025, el Minsa declaró la alerta amarilla en todos los establecimientos de salud del país para fortalecer la capacidad del sistema sanitario ante el aumento de desplazamientos internos e internacionales y la mayor concentración de personas durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Esta medida, publicada oficialmente por el organismo sanitario, busca preparar a los servicios de salud para identificar y responder de manera oportuna a emergencias, brotes de enfermedades transmisibles y otras situaciones que podrían afectar la salud colectiva.
La declaratoria se da, además, en un contexto en el cual el Minsa ha intensificado la vigilancia epidemiológica ante el riesgo de ingreso y propagación de la influenza A (H3N2), subclado K, ya detectada en otros países y con casos confirmados en Perú, y del sarampión, reforzando la atención preventiva antes del inicio de las festividades.
Objetivos y medidas operativas de la alerta amarilla
La alerta amarilla persigue varios objetivos específicos relacionados con el derecho a la salud y la gestión sanitaria:
- Reforzar la vigilancia epidemiológica: se intensifica la detección de casos sospechosos de enfermedades transmisibles, con especial atención a infecciones respiratorias que pueden propagarse más rápidamente en contextos de aglomeración.
- Incrementar la capacidad de respuesta del sistema sanitario: los establecimientos de salud públicos y privados deben estar preparados para una mayor demanda de atención médica, movilizando personal, equipos y suministros necesarios.
- Promover acciones preventivas y de educación sanitaria: campañas de vacunación, difusión de buenas prácticas de higiene y orientación para la población sobre la prevención de enfermedades forman parte de las estrategias complementarias a la alerta.
- Coordinación intersectorial: la implementación de la alerta implica coordinación entre diversos niveles de gobierno y servicios de emergencia, con el fin de garantizar una respuesta eficaz y oportuna.
Estas medidas buscan no solo detectar y responder a posibles brotes, sino también proteger a grupos especialmente vulnerables, como adultos mayores, niños y personas con comorbilidades.
Implicancias para el derecho a la salud
La activación de una alerta sanitaria en fechas de alta movilidad ciudadana tiene implicancias directas sobre el derecho a la salud. Por un lado, refleja una política pública orientada a garantizar el acceso oportuno a servicios de salud básicos y de emergencia en un contexto predictivo de mayor demanda. Por otro lado, contribuye a reforzar las medidas de prevención que son esenciales para reducir la transmisión de enfermedades prevenibles, evitando así saturaciones en los servicios de salud y posibles impactos negativos sobre la salud de la población.
La estrategia del Minsa se enmarca en un enfoque de prevención y gestión de riesgos sanitarios, que reconoce la relación entre la movilización humana, la aparición potencial de brotes y la necesidad de contar con un sistema de salud preparado para responder con rapidez y eficiencia, conforme a los principios de equidad, accesibilidad y calidad de atención.
Discusión crítica
Si bien la declaración de alerta amarilla representa un paso importante en la preparación del sistema de salud para las festividades de fin de año, su efectividad depende de varios factores:
- Capacidad de implementación: la suficiencia de recursos humanos, equipos, tecnologías diagnósticas y suministros médicos es esencial para responder a un posible incremento de casos.
- Cobertura de vacunación: la promoción y acceso a vacunas contra enfermedades como la influenza y el sarampión son fundamentales para reducir el riesgo de brotes.
- Educación sanitaria: la comunicación efectiva con la población sobre medidas preventivas como higiene de manos, uso adecuado de mascarillas si hay síntomas respiratorios y la importancia de no asistir a eventos masivos cuando se está enfermo es clave para complementar las acciones institucionales.
Estos factores requieren un enfoque integral y sostenido, más allá de la declaración de alerta, para garantizar la protección del derecho a la salud durante periodos de riesgo elevado.
Conclusiones
La declaración de alerta amarilla por parte del Minsa durante las fiestas de fin de año constituye una medida preventiva y de preparación relevante dentro del marco del derecho a la salud en el Perú. Al reforzar la vigilancia epidemiológica, la capacidad de respuesta del sistema sanitario y las acciones de prevención, el Estado busca proteger a la población frente a riesgos sanitarios potenciales asociados con una mayor movilidad humana y aglomeraciones. Sin embargo, la plena garantía del derecho a la salud exige también una estrategia sostenida de vacunación, educación sanitaria y fortalecimiento de los servicios de salud, con el fin de hacer frente a brotes y emergencias sanitarias con eficiencia y equidad.
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